Iris y Aro lloraban en el prado.
—¿Qué os ha pasado?—
La verruga Verru
preocupada preguntaba.

Que una pestaña ha volado
y no la encontramos.
—No os preocupéis, ya nacerá
otra pestaña tan pesada
como una castaña.
¡Queremos nuestra pestaña!
¡Sin ella no somos nada!
¡¡¡Dejad de llorar!!!
¡¡¡Dejad de buscar!!!
que otra pestaña nacerá
La verruga Verru algo ocultaba
mas una brisa sopló y la hizo
estornudar.
¡Atchis!

Un pelo de la verruga de Verru
salió disparada,
mas resultó ser la pestaña
de Iris y Aro,
y tan rizada.
Autora: María José Vicente Rodríguez
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